miércoles, 22 de mayo de 2013

El pino viejo

Soy el pino viejo de la plaza central de la ciudad de Tártaros. Tengo 100 o 120 años, ya a esta altura ni me acuerdo. Ya no importa más. Estuve presente desde el primer día de vida de la plaza. Ah! Recuerdo aquel dia como si fuese ayer...


Recién brotado de Pompeya, tuve que dejar mi patria por razones de fuerza mayor. Como se quemaron todos o algo por el estilo. Ya el abuelo habia avisado que iba a pasar algo asi. Nunca escuchan, nunca. 
La vida de un arbol es triste. Es vacia. Y depende mucho de tu exterior. Por ejemplo, si te tocó vivir en el bosque, puede que seas talado y perdés el alma.Ah y eso que todos piensan que los árboles nos quedamos en los objetos con el cual usan nuestra madera, es nada que ver. El exterior es cortado y nosotros volvemos a la tierra esperando el surgimiento de un nuevo brote. Algunas veces no tenemos tanta suerte y nos talan juusto cuando estamos duermiendo y no nos da el tiempo para salir. Imaginate, a los más viejos les cuesta salir de tantas ramas. Y es allí cuando morimos.
En cierto sentido, los humanos son bastante parecidos a nosotros. Se fijan mucho en el exterior para ver cuál es tu funcion en la vida. Si sos muy lindo, adornás. Si sos fuerte, servís de ejemplo en los momentos de soledad . Si tenés mala suerte, como dicen ellos, nacés estrellado, en vez de estrella.
El dia que llegamos a la plaza estaban todos emocionados.Y fue como que nos agrupamos en grupos de árboles. Son todos muy interesantes. Los oscuros de África tienen un acento copado. Los de Francia, qué placer ver esos árboles. Siempre tan elegantes. Al igual que los ingleses, pero menos orgullosos y pedantes.
Cuando estuvo todo listo; plantados, limpios y perfumados, aun cuando algunos no habiamos crecido tanto, inauguraron la plaza. Toda la gente estaba muy feliz. Los niños se subían a mis ramas, los globos rojos y las palomas blancas volaban sobre el cierlo celeste y con algunas nubes. La gente suele pensar que lo viejo se ve en blanco y negro. No es así. Aquel dia todo fue muy colorido. Pero el tiempo pasa, y como es en el caso de los cachorritos, se pone viejo y se pierde la gracia. Sólo algunos tienen la suerte de ser como el vino, mejorar con el tiempo.
De vez en cuando nos vienen a visitar a los que quedamos. Pero básicamente, la vida es triste y solitaria. Sólo se acercan las palomas sin sentimientos, los globos no vuelan más y el cielo está gris. Creo que el color de la vida de lo pone cada uno.
Hoy es el día. 
Cuando los árboles estamos muy viejos, ya no tenemos tiempo para salir de los árboles. Es mucho trámite. Y algunos se dejan morir. Otros luchan por hacerlo lo más rápido posible, pero van perdiendo partes. La llama se apaga. Para qué quedarse si al fin y al cabo a nadie le importás.

Hoy es el dia de cambio. Nos talan a todos.
Ahi está!Ahi vienen!
Llegó mi turno.
Ya creo que viví lo suficiente.
Ya se sienten los primeros cortes.
Vale la pena seguir?

Quizás en otra vida, quizás...